Da gusto pensar que tu vida en casa ya no sólo corre peligro por los descuidos de tus vecinos con la bombona de butano o los calefactores, ahora ya directamente tienen explosivos en sus casas.
El caso es ambas granadas pertenecían a una mujer de Orlando cuyo esposo, ya fallecido, era veterano de la II guerra mundial y tenía las granadas como “adorno” para sujetar los libros desde hace décadas.
La mujer le prestó a su vecino una y por alguna razón que sólo puede definirse como estupidez extrema merecedora de morir, tiró de la anilla. Al darse cuenta volvió a ponerla en la granada, lo que tiene que ser complicado cuando tienes algo que podría estallar en cualquier momento.
Asustado dejó la granada en la calle (¡Bien! lo ideal para que nadie inocente salga herido…) y llamó a la policía contándoles lo sucedido y explicando que su vecina tenía otra. Los artificieros terminaron explotando ambas dejando un cráter de poco más de medio metro en el suelo. Da gusto tener vecinos así: gorrones, idiotas, inconscientes, chivatos…— Dani Burón [ClickOrlando]
Los usuarios denunciaban que la compañía los había rastreado incluso cuando usaban el modo privado…
El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial financiará aquellas iniciativas que puedan solucionar incertidumbres científicas o…
Solo en el cuarto trimestre las empresas emergentes del país han levantado 1.500 millones de…
La región tiene 13 scaleups y destaca por sus empresas emergentes de salud y agrotech.
Valencia ha atraído en el primer semestre del año 30 millones de euros de inversión…
El diario estadounidense demanda a las dos compañías tecnológicas por haber usado sus contenidos para…