Dos torres y un destino en Copenhague
La torre Langenlinine, la de la izquierda, tiene el viejo puerto como inspiración geométrica y con brillantes sofitos naranjas. La torre Marmormolen, la de la derecha, hace las veces de puerta de a ciudad, imitando las luces amarillas y las formas del área metropolitana.
Como era de esperar, los edificios estarán equipados con energías renovables: desde células fotovoltaicas en las cortinas hasta un sistema de calefacción/refrigeración con agua de mar que calienta los suelos y enfría los techos. Y el propio puente posee turbinas para aprovechar la fuerza del viento en su iluminación. Bastante impresionante, la verdad. — Rafa M. Claudín [Inhabitat]
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