Ecuador busca empresas tecnológicas españolas para transformar su modelo
El Gobierno de Ecuador incentiva hasta 55 proyectos estratégicos de inversión para atraer empresas extranjeras y generar productos de valor agregado.
Ecuador ha vivido una etapa de crecimiento económico en los últimos años, pero no quiere limitarse a depender de las exportaciones, sobre todo de petróleo. Por ello, está buscando el modo de transformar su modelo productivo y pasar de ser un exportador primario a generar productos procesados y de valor agregado.
Es ahí donde pueden contribuir las empresas tecnologicas españolas. El Gobierno ecuatoriano tiene identificados hasta 55 proyectos estratégicos a los que apoya con incentivos para atraer inversores extranjeros.
El número de empresas españolas en este país andino se ha triplicado en los dos últimos años y en 2013 nuestro país aportó el 9,6% de las inversiones extranjeras, según se puso de manifiesto en la Jornada #AulaComex de comercio exterior Lecciones aprendidas: oportunidades de negocio en Ecuador, celebrada el pasado 2 de diciembre.
“Tenemos grandes oportunidades para las pymes interesadas en crear alianzas estratégicas para generar valor agregado a nuestros productos”, aseguró José Luis Cabascango, Jefe de Oficina Comercial en Madrid de Pro Ecuador, quien recordó que las exportaciones de España hacia Ecuador crecieron en 2013 un 20,3% interanual y en este momento hay 4.000 empresas españolas que exportan al país latinoamericano.
“Necesitamos adquirir de las empresas españolas todo lo que implique transferencia tecnológica y de conocimiento”, señalo Cabascango. A cambio, las empresas españolas que quieran aprovechar estas oportunidades se encontrarán con un país abierto, con una sociedad con un enorme potencial de crecimiento, uno de los IVA más bajos de Latinoamérica (12%) e incentivos fiscales a las inversiones.
En la mesa redonda de casos de éxito posterior, las pymes intervinientes insistieron en la necesidad de conocer bien el país, de contar con un socio local de confianza y de plantear estrategias de inversión a medio y largo plazo y no caer en la tentación de ser cortoplacistas.