Una de las mayores preocupaciones de cualquier organización es cómo ser más eficiente manteniendo los mismos recursos, o incluso menos. Esto es especialmente importante para los gobiernos, que atraviesan un momento en el que el ahorro y la eficiencia se postulan como la única alternativa, no sólo por la difícil situación económica, sino por los compromisos que están adquiriendo para luchar contra el cambio climático.
Las estrategias “verdes” y de tecnologías de la información y comunicación son la manera en que los gobiernos europeos pueden llevar a cabo ahorros energéticos y de costes a largo plazo a la vez que aumentan su productividad.
Los Gobiernos de todo el mundo y particularmente de la Unión Europea, están adquiriendo importantes compromisos para reducir el consumo de energía y ayudar así a mitigar el cambio climático.
Los objetivos globales de la Unión Europea fueron acordados en marzo de 2007 y consisten en aumentar la eficiencia energética en un 20%, aumentar el uso de energías renovables en un 20% y reducir las emisiones de CO2 en un 20% antes de 2020. Otros países industrializados se han comprometido o están en proceso de definir sus propias metas. De aquí a 2020 Estados Unidos quiere reducir sus emisiones en un 7%, Canadá en un 3% y Australia en un 11%.
Las emisiones de CO2 derivadas del uso de las TIC suponen ya un 5% del total y, al ritmo actual, se espera que crezcan en los próximos años hasta las 1,4 gigatoneladas en 2020. Por ello, frenar las emisiones derivadas del uso de las tecnologías debe ser un aspecto clave a la hora de diseñar la administración electrónica en Europa.
Sin embargo, el feedback de algunos gobiernos europeos que son clientes nuestros nos ha permitido detectar que aún existe la idea errónea de que la eficiencia energética es cara, cuando estas tecnologías, además de reducir el consumo energético y con ello las emisiones de CO2, aumentan el rendimiento y permiten contener los costes de mantenimiento y adquisición de nuevos equipos.
En definitiva, es necesario que las administraciones incorporen tecnologías que ahorren energía y que pongan en marcha estrategias energéticamente eficientes que ofrezcan un mayor rendimiento. Dell, uno de los principales proveedores para el sector público en todo el mundo, ofrece a las administraciones dos soluciones fundamentales que se enmarcan dentro de estas estrategias: la virtualización y la consolidación de los centros de datos.
Actualmente, se estima que los servidores hacen uso de entre un 5 y un 15% de su capacidad. Una utilización agresiva de la virtualización puede suponer hasta un 50% de ahorro en la compra de nuevos equipos y, combinando la virtualización con otras tecnologías, se puede multiplicar por tres el rendimiento de los centros de datos, empleando el mismo espacio y energía eléctrica.
Por su parte, la consolidación reduce la complejidad aumentando el rendimiento por vatio. Son muchas las iniciativas que las administraciones públicas de la Unión Europea están poniendo en marcha para liderar la lucha contra el cambio climático y acercarse a los objetivos que se marcan en reuniones como la recientemente celebrada en Dinamarca. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer.
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