El 73% de las empresas españolas ha sufrido alguna brecha de seguridad en el último año
La seguridad de la información no es una prioridad: tan sólo el 8% de las empresas dedica una gran parte de sus recursos económicos a potenciar esta área.
Kingston, referente mundial de productos de memoria y soluciones tecnológicas, ha presentado su estudio “Estado actual de la protección de datos corporativos en España”. El informe, que analiza el estado actual de la seguridad de los datos en el ámbito corporativo como los principales riesgos y desafíos a los que se enfrentan las empresas, llama la atención que el 73% de las compañías han sufrido, al menos, una brecha de seguridad en el último año.
Viviendo en la era de la información, los datos se configuran como la principal fuente de negocio para muchas empresas. Es más, en estos dos últimos años se ha generado más información que en todo el papel anterior. Algo que ha impulsado la necesidad de desarrollar nuevas medidas de seguridad y crear nuevas herramientas. Aunque, según el estudio de Kingston, la seguridad de los datos sigue sin ser una de las principales prioridades, ya que los datos expresan que sólo un 20% del presupuesto del departamento se destina a proteger la información que se almacena.
Kingston afirma que la mayoría de los CIOs españoles creen que contar con nuevos productos de almacenamiento seguro y formar a sus empleados son las últimas prioridades en la inversión en materia de protección de la información. Y por esto mismo, tener a disposición las herramientas tecnológicas óptimas se configuran como una de las principales áreas a mejorar en las empresas españolas. Sobre todo, teniendo en cuenta que más de la mitad de las empresas aseguran que sus empleados emplean dispositivos personales para almacenar información corporativa.
Pedro González, desarrollador de negocio de Kingston en España señala que: “La tendencia a utilizar dispositivos personales en entornos corporativos está muy extendida, pero las empresas pasan por alto los bajos o inexistentes niveles de seguridad de este tipo de productos como USBs, por lo que no son verdaderamente conscientes del riesgo que supone para la seguridad de la información”.
El foco queda sobre el artículo 32 del RGPD, que obliga a que los datos estén cifrados. El informe publicado por Kingston recae sobre el riesgo que asumen las empresas ante la posibilidad de sufrir una brecha de seguridad de la información en caso de robo o pérdida de un dispositivo fuera del entorno laboral. Teniendo esto en cuenta, Kingston repara en la necesidad de implicar a todos los empleados en la estrategia de seguridad de la empresa. “Un trabajador formado en conceptos básicos de protección de la información es un nivel más de contención frente a potenciales amenazas como la pérdida o robo de datos. Conocer el funcionamiento y puntos débiles de las herramientas tecnológicas que tenemos a nuestro alrededor nos dota del conocimiento y las habilidades necesarias para sacar el máximo partido a cada producto y evitar riesgos de filtración de datos”, concluye Pedro González.
Por su parte, la compañía cuenta con una amplia gama de herramientas tecnológicas enfocadas a entornos corporativos. Su variado abanico de USBs compuesto por soluciones con homologación FIPS 140-2 Nivel 3 ofrecen los más altos niveles de cifrado y protección, permiten cumplir con los requisitos normativos y ofrecer un mayor nivel de asistencia. Entre las funcionalidades más destacadas de productos como el IronKey S1000 se encuentra el cifrado de información AES basado en hardware de 256 bits en modo XTS para proteger datos confidenciales, así como la configuración remota de contraseñas, políticas de configuración de contraseñas y dispositivos o borrado remoto de unidades, así como otras funcionalidades como antivirus y control en remoto.