El plan consistía en poner al Silbervogel en orbita, usando un conjunto de motores de cohete V-2 que lo propulsarían alcanzando las 1.200 millas por hora, una vez en el aire su propio cohete consumiría sus 90 toneladas de combustible almacenadas por toda su estructura para alcanzar las 90 millas de altura en Mach 30.
En la fase suborbital la idea era ir “rebotando” en parte más densas de la estratosfera para ganar altura, como cuando tirábamos piedras en el río para que rebotaran.
Cuando el avión alcanzara su destino en Estados Unidos, lanzaría su carga explosiva para luego seguir planeando hasta llegar al Pacífico. El proyecto fue cancelado cuando la Unión Soviética atacó Alemania y recuperado por los Estados Unidos en los 60 con el X-20 Dyna-Soar cancelado también cuando la Nasa empezó a controlar los proyecto de viajes tripulados.
Las lanzaderas espaciales usadas hasta hoy tienen gran parecido con la idea de Sänger tras la guerra fue a vivir a Francia, y luego a Alemania donde trabajó en otros proyectos aeronáuticos hasta que falleció en 1964.
Podéis buscar más detalles sobre Sänger aquí y más sobre su trabajo aquí.— :Dani Burón
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