El E3 a la vuelta de la esquina

A lo largo del último año natural hemos podido comprobar la creciente importancia de la realidad del mundo de los juegos. En primer lugar se ha constatado su fuerza económica que le ha situado como el sector del entretenimiento que mayores beneficios reporta y con mayor potencial. La existencia de un mercado dispuesto a gastar lo que haga falta por tener la última versión de los juegos garantiza unos ingresos anuales constantes, lo que dota de madurez al sector.

Por otro lado, la calidad de los productos está alcanzando cotas artísticas y de complejidad enorme, equiparándose con otros medios más veteranos como el cine. Quizá éste es el que más se está viendo afectado, aunque los directivos busquen sinergias para aprovechar la interacción de ambos y ya hayan sido los inspiradores de películas (Tomb Raider, Doom, Resident Evil,…).

Otro punto destacable es el alto rendimiento de determinados productos convertidos en sagas. Cuando se desarrollan primeras versiones de juegos el trabajo de programación más intensivo se refiere a lo que se suele denominar “motor gráfico”. Este motor gráfico sólo es levemente depurado en versiones posteriores por lo que el retorno de inversión se extiende a lo largo de los siguientes años. Un juego de éxito incontestable como Pro Soccer Evolution (con sus innumerables formas de ser llamado) sólo ha sido modificado levemente en los últimos años, aunque ha seguido lanzando una versión nueva cada año.

Hay que añadir a todo ello la constante evolución tecnológica del sector. Los nuevos juegos permiten simular acciones como tocar la guitarra eléctrica, bailar, pintar,…, mediante periféricos que detectan nuestros movimientos, olvidándonos de pads, joysticks y otras herramientas. Por último, el usuario abandona la pasividad característica de otros medios como la televisión, el cine o la lectura para implicarse en las tramas del juego.

Como se aprecia, el E3 de Los Ángeles de Estados Unidos va a proporcionar materia que dará que hablar a lo largo de todo el año. Ha llegado el momento de los jugones.