El efecto Enero
El rally de final de año que se prolongaría hasta bien entrado el mes de
enero, está propiciado por un masivo flujo de fondos hacia la renta
variable.
Empezando a tomar beneficios
La intensidad de la subida, mayor de la esperada, nos hacen pensar que
en muchos casos apenas queda el último duro para ganar, al menos a corto
plazo, por lo que conviene ir pensando en empezar a tomar beneficios, a
la espera de volver a entrar de nuevo a precios más bajos.
Tras la fortísima subida de las últimas semanas, el margen de
revalorización se ha estrechado notablemente, y los precios objetivo de
cara a los próximos 12 meses se sitúan en promedio apenas un 5-7 por
ciento por encima de los niveles actuales, por debajo por tanto del
mínimo de alrededor del 9 por ciento exigible teniendo en cuenta una
prima de riesgo del 4 por ciento y una rentabilidad alternativa sin
riesgo por encima del 4 por ciento.
El optimismo de los
inversores ha seguido aumentando en las últimas semanas hasta colocarse
en máximos históricos, por encima de los niveles de Enero 2000, antes
del pinchazo de la burbuja tecnológica. Este es un indicador más de que
estamos en puertas de una corrección, aunque ésta no necesariamente
tiene que iniciarse pasado mañana.
Las noticias
empresariales han sido de signo contrapuesto, con alguna alegría como la
proporcionada por Nokia y grandes sobresaltos como el proporcionado por
Royal Dutch Shell. Previsiones y ventas por debajo de lo esperado en
compañías como EADS y Carrefour han provocado recortes de sus
cotizaciones, al tiempo que unas flojas cifras de ventas de Ahold han
dado paso a una fuerte subida del valor. Todo lo anterior pone de
manifiesto la necesidad de ser extremadamente selectivo.
Las
valoraciones están muy ajustadas en términos generales, pero ello no
obsta para que haya espacio para sorpresas positivas como las
proporcionadas por Nokia con su revisión al alza de las estimaciones de
beneficios del último trimestre (que al producirse tras un periodo de
evolución relativa del valor claramente peor que la del mercado ha
provocado un salto espectacular de la cotización del 15 por ciento). En
todo caso, creemos que son más numerosos los valores que pueden provocar
disgustos como los vividos recientemente en Royal Dutch o Carrefour.
Resultados trimestrales
De cara a la próxima semana, los resultados del cuarto trimestre serán
una de las referencias clave. En Estados Unidos se esperan aumentos de
beneficios superiores al 20 por ciento, mientras que en Europa el
balance será menos brillante, debido entre otras razones al lastre que
suponen las diferencias de cambio derivadas de la caída del dólar frente
al euro, riesgo del que sorprendentemente muy pocas empresas se cubren,
aunque sea parcialmente.
Banesto y Bankinter serán los más
madrugadores en España, aunque lo más relevante vendrá de Estados Unidos
de la mano de Yahoo. Hemos mantenido sin cambios la asignación de
activos, en la que el mes anterior aumentamos el peso asignado a la
renta variable hasta situarlo en línea con nuestro benchmark, a pesar de
que alertamos del riesgo de una corrección inminente en las bolsas. Ello
se debe a que consideramos que en estos momentos es casi más arriesgado
mantener una posición infraponderada en renta variable, pues todavía no
se ve del todo claro el nivel en que se iniciará la corrección, y dado
que podría ser por encima de los actuales, preferimos esperar todavía
algún tiempo para replegarnos a posiciones más defensivas como sería
aumentar de nuevo la liquidez, pues quedarse atrás en esta subida puede
suponer un lastre que hipoteque la política de inversión en lo que resta
de ejercicio.
La espectacular subida reciente de las bolsas ha
permitido mejorar claramente la comparación con respecto a otros
activos, de tal forma que además de ser la renta variable el activo más
rentable en los últimos 12 meses también lo es tomando un periodo de
siete años o más, y es previsible que en el futuro próximo se acorte el
número de años que habría que tomar para que esta comparación sea
beneficiosa para las bolsas.