El análisis de Kaspersky sobre spam y phishing del segundo trimestre de 2020 sigue situando a España (8,38% del total de ataques) como el principal país receptor de correos electrónicos peligrosos (con archivos adjuntos maliciosos o enlaces a sitios de phishing). También se ha detectado una serie de nuevos trucos de phishing, desde correos electrónicos de despido enviados en nombre del departamento de RR.HH. hasta ataques disfrazados de notificaciones de entrega.
El phishing es uno de los tipos de ataques de ingeniería social más antiguos y flexibles. Se utiliza de muchas maneras y con diferentes propósitos para atraer a los usuarios incautos a un sitio y engañarlos para que introduzcan su información personal. Esta última suele incluir credenciales financieras, tales como contraseñas de cuentas bancarias o detalles de tarjetas de pago, así como detalles de inicio de sesión de los perfiles en redes sociales. Toda esta información en las manos equivocadas abre las puertas a diversas operaciones maliciosas, como el robo de dinero, y pone en riesgo las redes corporativas, haciendo del phishing un método inicial de infección muy popular.
El phishing es un método de ataque eficaz porque se realiza a gran escala. Al enviar oleadas masivas de correos electrónicos en nombre de instituciones legítimas o al promover páginas falsas, los cibercriminales aumentan sus posibilidades de éxito en la búsqueda de credenciales. En los primeros seis meses de 2020, sin embargo, ha salido a luz un nuevo aspecto de esta forma de ataque.
Tal y como ha puesto de manifiesto el análisis de Kaspersky, en el segundo trimestre de 2020, los phishers realizaron cada vez más ataques dirigidos, centrándose principalmente en las pequeñas empresas. Para atraer la atención, los estafadores falsificaron correos electrónicos y sitios web de organizaciones cuyos productos o servicios podían ser adquiridos por las potenciales víctimas. En el proceso de fabricación de estos activos falsos, los estafadores a menudo ni siquiera trataron de hacer que el sitio pareciera auténtico. Esos ataques de phishing dirigidos pueden tener graves consecuencias. Una vez que un estafador ha obtenido acceso al buzón de un empleado, puede utilizarlo para llevar a cabo otros ataques contra la empresa para la que trabaja el empleado, el resto de su personal o incluso contra sus proveedores.
La pandemia de COVID-19 ha aportado un buen número de “excusas” a los estafadores para solicitar información personal. Entre ellas se cuenta el hecho de disfrazar sus mensajes como:
“Al analizar los resultados del primer trimestre, asumimos que la COVID-19 sería el tema principal de los spammers y phishers, como ciertamente sucedió. A la vez que enviaban sus tradicionales mensajes de spam sin mencionar la pandemia, los phishers adaptaron sus viejos esquemas para hacerlos relevantes según la agenda de noticias actual, así como para inventar nuevos trucos”, comenta Tatyana Sidorina, experta en seguridad de Kaspersky. Lea más sobre las nuevas técnicas de phishing en Securelist.
Los expertos de Kaspersky aconsejan a los usuarios que tomen las siguientes medidas para protegerse del phishing:
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