A punto de terminar este año tan raro y atípico, las empresas ya se plantean estar más preparadas, ser más ágiles y mejorar sus procesos de adaptación de cara a 2021. Jason Mical, experto en ciberseguridad en Devo, compañía de seguridad y análisis de datos nativa en la nube, ha querido compartir cuál es su visión acerca de las tres tendencias que marcarán el sector de la ciberseguridad durante el 2021.
La pandemia ha hecho crecer el uso de dispositivos conectados, algo que afecta directamente a la seguridad de las compañías y que incremente la variedad de amenazas. El Internet de las Cosas continuará incrementado la variedad de amenazas, pero a un ritmo aún más acelerado debido al Covid-19. Así, la combinación del IoT y la incorporación del teletrabajo ha aumentado todavía más la posibilidad de que las empresas sean atacadas.
Según recoge el SOC Performance Report realizado por Devo en marzo de 2020, el 70% de los profesionales de tecnología y seguridad consideraba como uno de los mayores problemas la falta de visibilidad en las infraestructuras de seguridad, una situación que ciertamente se ha visto incrementada con la explosión del trabajo remoto.
De cara a 2021, los equipos de trabajo se encontrarán más dispersas geográficamente y contarán con más dispositivos conectados por lo que las empresas se verán obligadas a trasladar sus datos a la nube. Aunque esto significa, también, mayores riesgos de amenazas a tener en cuenta.
El asentamiento, casi asegurado, del teletrabajo hará que las empresas mejoren sus soluciones de seguridad, más allá de los típicos IPS o firewalls utilizados cuando los empleados trabajan presencialmente en la oficina. Así, las empresas incorporarán ordenadores portátiles y smartphones con controles de seguridad corporativos, además de exigir a los empleados la conexión a VPNs a la hora de conectarse a las redes corporativas.
Algunos de los casos que más focos han acaparado en el mundo de la ciberseguridad este 2020 debido al alto perfil de las violaciones de la seguridad han sido los de FireEye y Solarwinds. Ante dichos acontecimientos, fueron varias las empresas que reconocieron sus debilidades en materia de seguridad y pusieron en valor la necesidad de compartir mejor la información sobre posibles amenazas.
De esta manera, se espera que el número de profesionales de tecnología y seguridad que afirmaban a principios de año que una brecha de seguridad conllevaría pérdidas económicas o filtrados de información y que era de un 63% y un 61% respectivamente, se vea reducido significativamente debido a la implementación de centros de operaciones de seguridad.
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