Controlado a partir de un Arduino, gracias a una matriz de transductores ultrasonicos en un cubo de agua, ésta se rompe en pequeñas gotas, pasando a ser una neblina que se impulsa con un ventilador a otros 5 contenedores.
En estos contenedores, a su vez con unos altavoces coordinados que producen sonidos subsónicos se expulsa el aire de los mismos formando los anillos necesarios para crear las letras.
Un trabajazo con el que Mitchell F. Chan quiere expresar esta gran obra de nuestra literatura y que según sus estimaciones tardará prácticamente un año entero en terminar de deletrear. Ahora lo que le queda es crear otra máquina capaz de comprobar si la primera se ha saltado alguna letra para luego echarle la bulla. [Mitchell F. Chan]
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