El robot granjero inspirado en Wall.e
Muchas de esas duras tareas siguen ocupando a trabajadores no cualificados que tienen duras jornadas laborales dedicadas a cargar y descargar cantidades ingentes de toda clase de materiales: sacos, abono, maceteros, semillas…
Según diversos estudios la mecanización de estas tareas podría mutiplicar por cuatro el beneficio obtenido por cada trabajador ahorrando anualmente unos 15.000 millones de euros en salarios.
En un sector como el de los viveros, la robotización consistente en mecanizar el transporte de los maceteros permitiría a un trabajador ordenar a un pequeño ejército de robots como el de la foto, dotados de giroscopios, GPS y sensores, acarrear pesadas cargas que además minan la salud de los trabajadores humanos que actualmente se dedican a hacerlo.
Actualmente uno de estos robots tendría un precio de entre 15 y 35.000 € que se abarataría con la producción masiva de los mismos y el desarrollo de esta tecnología. Como siempre en estos casos la mecanización supondría un descenso de los puestos de trabajo no cualificados de los recolectores y porteadores pero daría lugar a nuevos empleos cualificados, menos penosos físicamente y mejor dotados económicamente de toda la industria relacionada con dichos robots granjeros: diseñadores, mecánicos, vendedores, servicio de asistencia…
Este tipo de robots, en una siguiente fase, podrían servir también en otros sectores como el de la construcción, las obras públicas, la minería… Sería el momento adecuado para recordar que el término robot proviene de la palabra checa robota que literalmente significa “trabajo o labor dura” y fue empleada por primera vez en una novela del escritor Karel Capek en 1921. ─[Ubergizmo / Wired / Harvest AI]