En las anteriores versiones de Windows, los usuarios no tenían la posibilidad de activar o desactivar los servicios de geolocalización. Sin embargo, podían lanzar una aplicación, normalmente acompañada de un dispositivo GPS, sabiendo que era un programa seguro. El hecho de no tener una API sencilla hacía más difícil a los programadores (los buenos y los malos) crear software para hardware GPS y recoger los datos de geolocalización.
En Windows 7, el nuevo y amplio servicio GPS puede ser activado y desactivado por el usuario, que tiene la opción de hacerlo disponible sólo a las aplicaciones, en lugar de correr por detrás. Sin embargo, cuando activas el servicio, no hay forma de limitar el acceso a ciertos programas específicos. Cualquier cosa que ejecutes tendrá acceso a la información GPS sin avisarte.
Alec Berntson, gestor del programa de Microsoft, reconoció que era problemático porque abre la puerta a programas maliciosos que se sirvieran de esa información. Sin embargo, arreglarlo está en su lista de deseos pero no en su lista de tareas. Y, por si fuera poco, no van a introducir un aviso advirtiéndonos que un programa va a utilizar el servicio porque… No está en la política de Windows 7. Ellos mismos. [Cnet]
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