Viniendo de Han Solo más tarde o más temprano teníamos que llegar a un soldador.
La idea se le ocurrió en 1983 a un joven de 15 años que accidentalmente rompió el soldador de su padre por la parte del mango, lo que no sentó demasiado bien al progenitor. El adolescente, apurado, decidió coger su pistola original de Han Solo y “canibalizarla” para adaptar a la misma el soldador estropeado.
Lo hizo tan bien que incluso en la mira de la pistola de juguete instaló una pequeña luz y el botón de la empuñadura accionaba el soldador… el Han Soldador. Hoy día el soldador permanece vivo pero aunque haya perdido su valor de coleccionista por haber sufrido algo más que haber salido de su blister se merece un lugar de honor en el podio de los injertos bricolágicos con mención de honor por la buena acción del adolescente que quería arreglar lo que le rompió a su padre. ─[Neatorama]
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