Parece mentira como una simple pieza de un acertado diseño puede otorgar una categoría distinta a un objeto. Porque algunas soluciones semejantes quizá no han llegado a alcanzar un grado de refinamiento como el de este atril de líneas sencillas.
Además de servir para colocar tu iPad y con ello convertirlo en un funcional portátil o en un exclusivo y reducido sobremesa, el toque de distinción que otorga al usuario quizá no se pague con los 45$ que cuesta. Un escritorio con ese conjunto gana muchos enteros de cara a un ascenso, la envidia de los compañeros o la sonrisita de la compañera de trabajo que hasta ahora te tenía por un gañán sin gusto.
Permite usar el iPad en posición tanto vertical como apaisada, se puede regular en altura (que no me sufras tú de las vericales) e incluso acepta el incremento de grosor de la mayoría de las fundas protectoras, con lo que no tendrás que someter a tu iPad a un “strip-tease” cada vez que los subas a la barra de baile, digooo al atril UpStand. ─Antonio Rentero [Just Mobile]
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