Con respecto a la liberación del zorro, señalar que se le liberó en las calles londinenses, pues al parecer es su hábitat natural.
El piso 72, de los 80 que tendrá este rascacielos, era por lo visto donde se había establecido. No son tontos estos animales, no, lejos de las multitudes y con excelentes vistas sobre la capital del Támesis. Quizá no gozaba este zorro de una amplia zona en cuanto a extensión de superficie horizontal, pero los 309 metros de altura de la construcción tampoco eran un territorio pequeño sobre el que extender sus dominios.
El zorro, bautizado como Romeo, se alimentaba de los restos de la comida de los trabajadores de la construcción, después de pasar por un control veterinario fue liberado en la zona londinense de Bermondsey. Según informa el veterinario encargado del animal, este echó un vistazo en dirección al rascacielos pero luego se marchó en otra dirección. ─Antonio Rentero [BBC /Fotografía: “Fox, PA. The Shard” George Rex]
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