Los emprendedores rurales aseguran que encontrar clientes es su mayor desafío

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Según un informe, más de la mitad de las pymes creadas en comunidades rurales son menos optimistas sobre la economía y sus efectos.

¿Cuáles son los desafíos a los que se han enfrentado en el último año las pequeñas y medianas empresas del ámbito rural? ¿Difieren en mucho a las del mundo urbano? ¿Cómo han capeado el temporal sus empresarios? Estas y otras cuestiones son las que ha tratado de resolver un estudio de Score.org.

El informe, titulado ‘The Megaphone of Main Street: The Small Business Rural/Urban Divide’, tuvo en cuenta las opiniones de más de 3.000 propietarios de negocios actuales o emergentes de EE.UU, con unos 882 que habían fundado empresas en el medio rural, en áreas con una población de 50.000 habitantes o menos.

Parece que las pequeñas empresas encuestadas se han recuperado del COVID-19: tanto en ubicaciones rurales como no rurales, un tercio de los propietarios de pequeñas empresas (34,7 %) dice que sus negocios han vuelto a los niveles previos a la pandemia. Además otros cuatro de cada 10 (42,6%) señalan que su negocio es más fuerte que antes de la pandemia de coronavirus.

Sin embargo, los empresarios rurales están inseguros: a pesar de su recuperación, más de la mitad de las pequeñas empresas en las comunidades rurales (53.3%) se sienten algo o extremadamente negativas sobre la economía y sus efectos.

Encontrar clientes llena de inquietud a los dueños de negocios, al igual que la inflación: conseguir clientes supone el primer reto para todos los propietarios de pequeñas empresas: el 54.6 % lo citó como uno de sus tres principales desafíos comerciales en este momento. Sin embargo, para los propietarios de pymes rurales, la inflación y las interrupciones de la cadena de suministro también son importantes.

El flujo de efectivo es un enigma para las empresas rurales: los empresarios rurales son más propensos que los empresarios no rurales a decir que se ven afectados por los costes más altos de hacer negocios (es decir, alquiler, servicios públicos, gas), así como por gastos financieros más altos (es decir, intereses más altos).

La financiación externa apenas llegaría para los negocios rurales. Entre todas las pequeñas empresas, dos tercios necesitan financiación externa, mientras que las tres cuartas partes tienen problemas para acceder a ella. Además, para las que se sitúan en áreas rurales, la escasez de sucursales bancarias locales puede ser una barrera adicional.

Los emprendedores rurales y no rurales están de acuerdo en que el acceso al capital y los programas de condonación de préstamos/alivio de la deuda los ayudaría a tener más éxito. Los primeros, en particular, aseguran que las mejoras de infraestructura también serían beneficiosas.

Dificultades para encontrar clientes y talento

La migración hacia las grandes ciudades y la perdida de población en zonas rurales no solo son un problema para este tipo de empresarios en España. Este movimiento se siente en muchos países, incluyendo EE.UU. Así los empresarios rurales del país (45,3 %) son significativamente más propensos que los empresarios no rurales (25,5 %) a decir que las tendencias demográficas afectan a sus negocios.

Esta tendencia también plantea un gran desafío en cuanto a la búsqueda de personal para las pymes que se ubican en poblaciones pequeñas. El 35,9 % de los empresarios rurales afirma que hay pocos trabajadores cualificados en su área.

Los empresarios rurales se enfrentan a más gastos y menos clientes: el aumento de los costes de combustible (49,3 %), la desaceleración del gasto de los clientes (48,6 %), los presupuestos de marketing ajustados (47,6 %) y una base de clientes locales limitada (34,6 %) son los problemas que más les inquietan relacionados con los clientes.

La brecha tecnológica entre las empresas rurales y no rurales persiste: los empresarios rurales (19,2 %) tienen el doble de probabilidades que los empresarios no rurales (9 %) de citar el acceso a Internet de banda ancha/alta velocidad como un desafío tecnológico. Mientras tanto, las pequeñas empresas en áreas rurales y no rurales dicen que enfrentan el desafío de la falta de conocimiento o asistencia tecnológica.

Por otro lado, en el contexto de las pymes americanas el seguro de salud se presenta como una ventaja competitiva: los empresarios rurales (35,3 %) y no rurales (36,4 %) están de acuerdo en que mejores opciones de atención médica los ayudarían a tener éxito, especialmente cuando luchan por competir con empleadores más grandes por talento cualificado.