Casi la mitad de las empresas notan ya el impacto de la IA en sus políticas de compliance
El 91% cree que los departamentos de cumplimiento tendrán que ocuparse de establecer orientaciones éticas en las organizaciones en relación con el uso de la IA.
En el nuevo paradigma de la inteligencia artificial generativa ha surgido una necesidad imperante para las organizaciones: adaptarse y garantizar el cumplimiento normativo en un entorno altamente tecnológico y dinámico.
Este entorno ya es real, con el 45% de los compliance officers en España que afirman que el uso de herramientas basadas en IA ya tiene impacto en su trabajo. Así lo recoge la última una encuesta realizada por EQS Group sobre compliance e IA a empresas europeas.
Sin embargo, las organizaciones se enfrentarán a una serie de cuestiones éticas y de cumplimiento a medida que adoptan soluciones de IA en sus operaciones.
Según este mismo estudio, el 91% de los encuestados cree que los departamentos de cumplimiento tendrán que ocuparse de establecer orientaciones y políticas en las empresas en relación con el uso de la IA en un contexto empresarial y asegurarse de que se tienen en cuenta los aspectos éticos.
EQS Group identifica los principales desafíos a los que tendrán que hacer frente los departamentos de compliance de las empresas en un mundo dominado por la IA.
- Uno de los retos más apremiantes es la gran inversión financiera que conlleva la implementación de tecnologías de IA avanzadas. A medida que las empresas destinan sumas significativas para aprovechar al máximo estas innovaciones, se encuentran con la necesidad de equilibrar la eficiencia económica con la responsabilidad ética. De este modo, una gran empresa podrá incorporar la última tecnología a su departamento de cumplimiento, no así las pymes que tendrán más dificultades para incorporarlas en su proceso.
- La falta de transparencia en los procesos de IA es otro tema de gran importancia. A medida que las máquinas toman decisiones críticas, es fundamental comprender cómo llegan a esas conclusiones para garantizar la confianza del público y la integridad en las operaciones empresariales. En este sentido, las nuevas herramientas basadas en esta tecnología deben ofrecer una anonimización adecuada para que la empresa no entre en conflictos con las regulaciones estatales, con los clientes y/o trabajadores.
- La confidencialidad y el uso adecuado de datos son las preocupaciones principales en el sector, y de hecho, la principal razón (42,2%) por la que las empresas no usan todavía herramientas basadas en IA en un contexto profesional es porque dudan de su protección y privacidad en el tratamiento de datos. De este modo, las empresas se enfrentan a desafíos en torno a cómo proteger la privacidad de los datos de los clientes e incluso de los trabajadores, mientras aprovechan el poder de la IA para mejorar sus servicios y productos.
- Además, la IA no está exenta de sesgos. A pesar de su sofisticación, las máquinas pueden perpetuar sesgos existentes en los datos con los que son entrenadas. Esto plantea preguntas cruciales sobre la equidad y la justicia en las decisiones automatizadas.
- La responsabilidad y rendición de cuentas de las empresas se vuelven aún más complejas en el contexto de la IA. Cuando las decisiones son tomadas por algoritmos, surge la pregunta sobre quién es responsable en caso de errores o decisiones controvertidas: ¿la empresa que pone el software o la empresa que da el servicio?
“En un mundo dominado por la Inteligencia Artificial, el compliance se convierte en el salvaguarda ético de las decisiones automatizadas. Garantiza que las organizaciones naveguen los desafíos de la IA con transparencia, equidad y responsabilidad, asegurando un futuro empresarial ético y legalmente sólido., explica Murray Grainger, Country Manager de EQS Group en España y Portugal.