A diferencia de otros sistemas similares y relativamente más sencillos , que se basan en sus posiciones en pantalla, en éste se utiliza directamente la idea de letras codificadas con procesos mentales específicos.
Lo bueno es que apenas necesita ningún entrenamiento, no necesitan aprender ni entrenar nada nuevo, las letras se asocian con el pensamiento específico que se quiera, y al mantenerlo el software es capaz de reconocer la letra.
Se crean así 27 patrones mentales diferentes, correspondientes a cada letra del abecedario y la barra espaciadora. En menos de una hora los voluntarios eran capaces de responder sin problemas.
Su principal problema es que por ahora necesita el uso de imágenes por resonancia magnética funcional, lo que requiere una máquina enorme que no es que sea muy barata ni fácil de tener en casa.
El equipo de desarrollo de la Universidad de Maastricht encargado del proyecto ahora quiere buscar una solución más barata y portátil para medir el flujo de sangre en el cerebro, como la espectroscopia cercana al infrarrojo funcional. ¿Será la telepatía del futuro un sistema que combine esto con bocadillos comiqueros de realidad aumentada? [Science Daily]
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