Dos de cada tres empresas invierten en espacios de trabajo para reforzar el vínculo con sus empleados
El compromiso de los empleados se habría vuelto fundamental, mientras que la atracción de talento también se ha convertido en algo básico a la hora de pensar en estos espacios físicos.
Antes de la pandemia sanitaria, la eficiencia operativa y el ahorro de costes eran dos de los resultados más prioritarios para las empresas a la hora de planificar y tomar decisiones sobre sus propias oficinas.
Sin embargo, hoy en día, el compromiso de los empleados se habría vuelto fundamental, mientras que la atracción de talento también se ha convertido en una de las nuevas principales prioridades. Así lo señala la compañía ISS, empresa enfocada la integración de servicios y workplace, que ha llevado a cabo una investigación al respecto.
Para elaborar su estudio ISS ha contado con los testimonios de un centenar de sus clientes mundiales de diversos sectores profesionales, tecnológicos e industriales, entre los que se encuentran algunos de los principales bancos y empresas de servicios profesionales del mundo. Se estima que las opiniones representan a más de un millón de empleados de oficina en todo el mundo.
Obviamente, no se trata de un estudio desinteresado, ya que ISS lleva dos décadas dedicada a la creación de entornos de trabajo más eficientes para contribuir al bienestar de las personas y adaptarse a sus necesidades.
El nuevo modelo híbrido
Para alcanzar estos objetivos, la mayoría de las empresas han optado por invertir en su oferta de espacios de trabajo mediante la mejora de las instalaciones, el entorno de la propia oficina y las experiencias de los empleados. Todo ello, con el objetivo de permitir una mejor innovación y colaboración entre empleados, incrementar la presencialidad en la oficina y potenciar el sentido de pertenencia.
En este sentido, Jacob Aarup-Andersen, Director General del Grupo ISS World Services A/S, ha señalado que “el poder en los mercados laborales mundiales se ha desplazado hacia los empleados después de muchas décadas en las que favoreció a los empleadores. Además, la pandemia aceleró los modelos de trabajo híbridos y las expectativas de flexibilidad de los empleados. El nuevo desafío de las empresas es satisfacer esas expectativas de forma que se satisfagan las necesidades de productividad tanto de los empleados como de las propias compañías. No es una cuestión de “si” la gente está en la oficina; es una cuestión de “cómo” pueden prosperar, innovar y colaborar mejor en el trabajo“.
El propio Aarup-Andersen ha añadido que “ahora mismo estamos viendo que muchas empresas están redefiniendo sus oficinas para acomodar patrones de trabajo híbridos y preferencias personales, centrándose tanto en el lugar físico en el que la gente trabaja como en la experiencia que la gente obtiene cuando llega a la oficina.”
No hay un modelo único para el futuro espacio de trabajo
La encuesta también muestra que el 69% de las empresas están ampliando sus espacios de oficinas, rediseñándolos, manteniéndolos o están indecisas, mientras que el 31% ha decidido reducirlo. Sin embargo, este último grupo es también el que más invertirá en la mejora del lugar de trabajo.
“A pesar de la incertidumbre, el objetivo sigue siendo potenciar el compromiso con el empleado. No existe un modelo único a la hora de planificar los espacios de trabajo del futuro, ya que estos deben adaptarse a la realidad de cada empresa y sus empleados. Sin embargo, una cosa es segura: las predicciones sobre la desaparición de la presencialidad han sido muy exageradas. De hecho, la tendencia general en la actualidad es la reutilización de los lugares de trabajo“, asegura Javier Urbiola, presidente ejecutivo de ISS en España.