España, cada vez más lejos de los líderes en I+D+i

La fundación para la innovación tecnológica Cotec ha hecho público su Informe 2014 sobre Tecnología e Innovación en España, que recoge la evolución de los principales indicadores de I+D e innovación en España, a escala nacional y por comunidades autónomas, y su comparación internacional. Los resultados no son muy alentadores: tanto los datos del informe como la opinión de los expertos consultados por Cotec indican que la profunda crisis que está viviendo Europa, y especialmente España, tiene inevitables consecuencias para el sistema español de innovación, siendo el más castigado el sector público.

Según los últimos datos recogidos en el Informe Cotec 2014, se sigue manteniendo la diferencia negativa de los gastos de I+D españoles con los de los países tomados habitualmente como referencia. El gasto español en 2012, último año del que se dispone de datos estadísticos, ha caído un 4,2%, mientras que en el conjunto de los cinco países tomados como referencia (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Polonia) ha crecido un 16,4%. El gasto en I+D por habitante en 2012 fue del 64% del promedio de los cinco países citados, cuando en 2008 era el 78%.

También empeora la evolución del gasto en I+D respecto al PIB, ya que en 2012 la distancia que separaba a España de los promedios de la OCDE y de la UE-28 era de 1,10 y 0,66 puntos porcentuales, mientras que dos años antes, en 2010, era de 0,94 y 0,51 puntos, respectivamente. El gasto en I+D ejecutado en 2012 equivale al 1,30 % del PIB, frente al 1,36 % de 2011, lo que supone volver a niveles inferiores a los de 2008, pese a la contracción del PIB español.

Por comunidades, Madrid, Cataluña, Andalucía, País Vasco y Comunidad Valenciana representan más del 77 % del gasto total en I+D español. Las dos únicas comunidades que han mejorado sus indicadores con respecto al año anterior son País Vasco y Castilla y León.

El director general de Cotec, Juan Mulet, expresó su preocupación “por que este año España haya continuado alejándose de Europa en sus indicadores de I+D e innovación, y más aún que la parte pública haya sido la que más se ha deteriorado. La consecuencia más importante está siendo el envejecimiento de los investigadores y de los aparatos y equipos de investigación, que no se renuevan. Afortunadamente, el número de empresas que realizan I+D se ha mantenido constante a pesar de la crisis, si bien no son más de 12.000 empresas, cuando para una economía como la española esta cifra debería ser al menos cuatro veces mayor”.