Una imagen vale más que mil palabras. Como bien se puede ver (o no) el cristal de la izquierda es un cristal normal y el de la derecha (en el que no se aprecia reflejo alguno) ha sido tratado con la película de “cristal invisible”.
Esta película se coloca en la parte frontal y posterior del cristal y consigue reducir enormemente los reflejos de las fuentes de luz (sol, lámparas, etc.). Siendo un poco más concretos podemos decir que, por lo general, un vidrio permite que la luz pase a través en un 92% y refleja el 8% restante. La película de cristal invisible permite que un 99,5% de luz pase a través y refleja sólo el 0.5% de vuelta al espectador.
Eso sí, si estos nuevos cristales se popularizan deberé extremar mis preocupaciones y circular por la calle con sumo cuidado, pues muchas veces han sido precisamente esos molestos reflejos los que me han evitado un buen coscorrón contra una puerta cerrada. ─ [Geek.com]
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