El espíritu emprendedor se vincula en el imaginario popular con el éxito. Así muchas de las investigaciones relacionadas con el emprendimiento que se han llevado a cabo hasta el momento se han centrado en comprender los atributos que hacen que un co-founder salga airoso. Se cree que aspectos como la autoeficacia, la independencia, la motivación, la asunción de riesgos y el optimismo juegan un papel fundamental.
Pero, ¿Cuáles serian aquellas características que llevan justo a lo contrario? ¿Qué rasgos son casi sinónimo de ‘fracaso’ o de una laxa iniciativa emprendedora?
Por primera vez un estudio ha tratado de estudiar la relación entre el victimismo y las tendencias emprendedoras. El trabajo se ha publicado en la revista Frontiers in Psychology. La hipótesis de partida de los investigadores era que estos dos conceptos estarían vinculados negativamente.
“El rasgo de victimización es una noción recientemente investigada, asociada con una mayor sensibilidad hacia el daño o la falta de confianza de los demás. Tal sensibilidad puede ayudar a las personas a abstenerse de ser lastimadas por otros, pero sospechamos que también podría conducir a una tendencia emprendedora reducida”, comenta uno de los impulsores del estudio, Yossi Maaravi, quien es decano de la Escuela de Emprendimiento Adelson de la Universidad Reichman.
Para poner a prueba su hipótesis Maaravi, junto a los otros dos co-autores del trabajo, dividieron la investigación en dos estudios independientes.
Para el primero se tomaron muestras de más de 200 estudiante universitarios en emprendimiento. Completaron medidas en el rasgo victimista, tendencias emprendedoras y emprendimiento conductual. En el segundo participaron 534 adultos. En este completaron medidas online sobre el rasgo victimista, la autoeficacia global y el emprendimiento conductual.
El estudio 1 mostró que el rasgo de victimización estaba negativamente relacionado con la tendencia emprendedora, pero no estaba asociado con el espíritu emprendedor conductual en absoluto. Los investigadores se dieron cuenta de que esto puede deberse a que encuestaron solo a estudiantes de emprendimiento, que tienen niveles más bajos de victimismo en general. El estudio 2 buscó abordar esta importante limitación utilizando una población más general.
Curiosamente, el estudio 2 mostró que el rasgo de victimización y el emprendimiento conductual tampoco estaban significativamente relacionados, pero la autoeficacia global se relacionó positivamente con el emprendimiento conductual. Para los participantes con baja autoeficacia global, el victimismo se asoció negativamente con el espíritu empresarial, pero no para los participantes con alta autoeficacia. Esta investigación implica que reforzar la autoeficacia es útil para el espíritu emprendedor, incluso si uno se ve a sí mismo como una víctima.
“Parece que la tendencia emprendedora no va de la mano con un enfoque continuo en cómo los demás te han hecho daño. Sin embargo, la autoeficacia (la percepción de que eres competente y capaz) puede anular los efectos adversos del rasgo de victimismo e impulsar la tendencia empresarial”, comenta a Maaravi a PsyPost, medio que se ha hecho eco del trabajo.
Los autores de la investigación reconocen que el estudio no es correlacional y sería necesario otro estudio futuro para ahondar en cómo el victimismo y la autoeficacia influyen en la tendencia emprendedora.
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