Euskaltel, Telecable y R, tras los pasos de ONO
Euskaltel, Telecable y R estudian fusionarse y crear un gran operador de cable, de cara a una futura venta conjunta, o bien ofrecerse por separado a Orange.
La compra de ONO por parte de Vodafone ha dado el pistoletazo de salida a una oleada de negociaciones entre telecos que puede conducir a nuevas adquisiciones, o a fusiones. Así, las operadoras de cable Euskaltel, Telecable y R ya se están preparando de cara a posibles operaciones de integración a corto plazo, según El Economista.
Estas operaciones pueden ir en dos direcciones. La primera, fusionarse y crear un gran operador de cable, con vistas a una futura venta conjunta. La segunda sería ofrecerse por separado a Orange, visto que la compañía francesa está estudiando estos días todas las opciones para crecer y no alejarse de su rival Vodafone.
En los últimos meses, las compañías de cable vasca, asturiana y gallega han lanzado agresivas campañas de captación de clientes. Alguna ha bajado los precios de algunos de sus servicios integrados para ampliar su cartera de clientes y, de este modo, resultar más atractiva en el nuevo panorama del mercado, según explican las fuentes consultadas por el diario.
En el último trimestre, los tres operadores han disparado su negocio de telefonía móvil y han trabajado duro para desarrollar sus servicios convergentes, haciendo la competencia a Movistar Fusión, que también ofrece una propuesta integrada de telefonía fija, móvil, datos móviles y acceso a Internet de alta velocidad.
Euskaltel, Telecable y R están controladas por firmas de capital riesgo, que ansían rentabilizar sus inversiones y aprovechar el actual fenómeno de adquisiciones. La compra de ONO por parte de Vodafone se ve en el sector como el pistoletazo de salida de una carrera de compras. Pero la fusión de las tres telecos cantábricas es un escenario con el que los fondos de capital riesgo sueñan desde tiempo. Las tres juntas sumarían el 16% del mercado de banda ancha fija en España, aunque esta integración ha estado frenada hasta el momento por barreras financieras, políticas, territoriales y fiscales.