Fibra de carbono para los coches
Cinco veces más fuerte que el acero y mucho más ligera, la fibra de carbono entra en los coches como nunca antes.
La fibra de carbono se ha utilizado para fabricar el cuerpo de los coches, pero de manera limitada. Sin embargo, los fabricantes están empezando a sopesar sus posibilidades. No sólo por ser más fuerte y ligera que el acero sino porque, precisamente por una de estas características, ayuda a incrementar el rendimiento del combustible.
BMW lo está probando con el M6, que tiene el frente y parachoques de fibra de carbono, un techo, además de algunas estructuras internas. El coche ha empezado a venderse en Europa y para 2007 BMW fabricará aproximadamente 60 modelos diarios. Por su parte, General Motors está utilizando este material en el Corvette.
La fibra de carbono ha estado esperando en el mercado desde hace años. Fue inventada inicialmente para la industria aeronáutica hace unas décadas y se extendió hacia elementos deportivos y otros mercados, pero de una manera limitada. No fue hasta 2005 cuando la demanda se aceleró. Uno de los principales mercados que animó su utilización fue el de las turbinas de viento, que tienen láminas de fibra de carbono de 50 metros.
Los nuevos diseños de aviones también han ayudado a hacer crecer la demanda. El 60 por ciento del Boeing 787 es de fibra de carbono, y el Airbus A380 tiene un porcentaje del 50 por ciento. Además, el precio es lo suficientemente bajo como para no detener la demanda.