Que una compañía china como Foxconn, el fabricante de dispositivos electrónicos más grande del mundo, compre una japonesa tan emblemática como Sharp, ha sido algo impensable para muchos, pero el acuerdo ya está confirmado, y a finales del mes que viene se hará con la mayoría de la empresa por 3.500 millones de dólares, asumiendo además todas sus deudas.
La operación ha sido duramente criticada por algunos sectores japoneses, con unas negociaciones complicadas de acusaciones cruzadas, y un gobierno nipón que ha visto como no ha podido hacer frente a la oferta de Foxconn y ha tenido que dejar ir a una de sus principales empresas tecnológicas si no quería que se hundiese. Tras aprobarse la operación, parece que los rumores y presiones siguen juzgándola.
Uno de los sectores más débiles de Sharp es su división solar, con unos resultados bastante pobres, y sobre la que se está hablando ya que Foxconn estaría pensando en vender en cuanto se haga con el control efectivo de Sharp.
Foxconn ha respondido a estos rumores negando tajantemente que vaya a vender la división solar, y su fundador, Terry Gou, junto con el nuevo CEO de Sharp, Tai Jeng-wu, ha expresado su compromiso con el negocio solar a los socios de Sharp en el sector.
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