Cierto es que a veces llevar gafas de sol es molesto por la presión de las patillas y la marca que dejan en el caballete de le nariz, pero desde películas como Blues Brothers, Blade o Matrix se han convertido en el fetiche indispensable para ser “guay” (amén de sus utilidades veraniegas para observar a las mozas en top less sin que se note). Sin embargo, algunos gurús de la moda como Azumi & David se han empeñado en convertir este símbolo de lo cool en poco más que un antifaz para dormir. Las gafas desechables, creadas por este par de diseñadores, están fabricadas con una especie de plástico de embalar que tiene dos manchas tintadas haciendo las veces de cristales. La cinta adhesiva permite llevarlas literalmente pegadas en la cara o bien sobresaliendo de una prenda de vestir. Aunque no se les pueda ver los modelos, al igual que yo, tienen los ojos saliéndose de sus órbitas al ser conscientes de la cutrez que les ha tocado llevar.—Alberto Payo [Geekologie]
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