El Atlantic Wind Connection es el proyecto en el que acaba de comprometerse Google, tardará en completarse cerca de una década y consiste en una serie de turbinas en la costa este capaces de proporcionar energía a 1,9 millones de hogares.
Se trata, como ha reconocido Bob Mitchell, director ejecutivo de Trans-Elect Development Co., una compañía que supervisa el proyecto, “de algo enorme, grandioso”. El desembolso inicial de Google, la firma de inversiones Good Energies y la compañía japonesa Marubeni, proporcionará a la startup la financiación inicial para preparar el terreno e iniciar la construcción del proyecto.
El coste de la línea de transmisión de energía desde el océano a tierra podría costar unos 5.000 millones de dólares, lo que significa que la inversión de las tres compañías sólo supone una pequeña parte del coste total.
La construcción de la Atlantic Wind Connection, que se realizará en cinco fases, se iniciará en 2013 y podría completarse en 2020.
Diversos grupos ecologistas ya han ofrecido su apoyo a la iniciativa, pero quieren asegurarse de que dicha línea se utiliza para transferir la energía generada por el viento y no combustibles fósiles.
Las inversiones anunciadas por Google Good Energies and Marubeni sólo servirán para completar la primera fase de la construcción, tras lo cual decidirán si quieren continuar invirtiendo en el proyecto.
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