Según reflejan varias webs próximas a Google, su equipo de desarrollo está trabajando en un nuevo motor de búsqueda en el que el usuario podría alterar los resultados de una consulta.
Así, previa identificación del usuario, cuando efectuara una búsqueda podría votar positivamente ciertos resultados haciéndoles subir posiciones, negativamente o incluso eliminar aquellos elementos que no le resulten interesantes. La próxima vez que el usuario realizara la misma consulta, el sistema recordaría estas preferencias y le mostraría un orden personalizado de acuerdo con sus decisiones anteriores. No obstante, siempre le quedaría al usuario la opción de deshacer los cambios y volver a ver los resultados iniciales del buscador sin modificar.
Además, no se descarta que Google pudiera en el futuro incorporar a su algoritmo de búsqueda las preferencias de determinados grupos de usuarios, tratando así de conseguir unos resultados más optimizados.
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