Grabbed by the Ghoulies
Diversión, emoción, intriga… combinado con un abanico visual y sonoro
digno de un cómic en 3D… ¿qué más se puede pedir?
Lo que en un principio podría parecer un juego para niños, se irá
convirtiendo en un gancho que atrapará poco a poco a todos los que se
atrevan a probarlo. Ese fue nuestro caso, y probablemente el mismo que
el de todos los que vean la primera habitación de esta mansión
encantada. La verdad es que, en contra de lo que se imaginan, hacía
mucho tiempo que no se hacía un juego de estas características. Sin
duda, un nuevo triunfo de Rare, que se estrenan para la Xbox.
Cooper, el protagonista, es un chico a lo Rascal, con un poco de
Potter. Ni tan mago ni tan travieso, pero sí tan héroe, con una misión
obligada por sí mismo: rescatar a su chica adentrándose en lo
desconocido, en este caso una casa llena de sorpresas… sillas
encantadas, simpáticos personajes, decorados que no son lo que parecen,
cualquier cosa puede cobrar vida. Pero los mas divertidos son los
fantasmitas, con los que podemos descargar las presiones de un día
duro, y matarlos repetidas veces de las maneras más inverosímiles,
mientras ellos gritan y se nos acercan como si de una lucha ninja se
tratara.
Además el juego no lo deja todo al azar y a apretar los
mandos compulsivamente (aunque más de una vez haya que hacerlo). El
mayordomo será nuestro gran aliado dentro de la mansión, dándonos
instrucciones (en ocasiones obvias) y actuando cual Pepito Grillo,
apareciendo entre unos gráficos que, sin ser de impresión ni aspirar al
súmum del videojuego, resultan ser más que atrayentes, ante todo por su
aspecto, mezcla de cómic de Mickey Mouse con los cuentos para colorear.
Lo mejor de todo, que siendo un juego que huele a típico desde un principio,
no deja de impresionar en cada pantalla. Lo peor, no tener 7 dedos en
cada mano y que, además, el juego que no sea multijugador.
María Jesús Moreno