GrabTaxi continúa su ‘Uberización’ desarrollando pagos sin efectivo
Uno de los principales competidores de Uber en el sudeste asiático, GrabTaxi, sigue con sus planes para ofrecer a sus usuarios más facilidades. La próxima será posiblemente el pago de servicios sin necesidad de usar efectivo.
El fulgurante éxito y expansión de Uber por todo el mundo va acompañado también de una polémica creciente y numerosas prohibiciones. GrabTaxi, con una estrategia menos agresiva y más colaborativa con los taxis y los municipios, está viendo un importante crecimiento en el sudeste asiático. Al contrario que Uber, GrabTaxi parte de un servicio enfocado a taxis oficiales y en el que se busca la mejora de los mismos, no directamente una alternativa realizada por particulares.
Pero además, poco a poco está incorporando nuevos servicios similares a Uber y en los que se pueden contratar coches especiales de mayor gama. El próximo plan para volver a GrabTaxi una alternativa a Uber es la incorporación de pagos con tarjeta, y no sólo con efectivo como hasta ahora. Esta nueva modalidad de pago podría llevar luego también al pago con otros servicios online, lo cual facilitaría no sólo los trayectos a los ciudadanos, sino también a los turistas. De hecho, el sistema de pagos que propone GrabTaxi ofrecería ventajas frente al de Uber, ya que no sería necesario una tarjeta de crédito y siempre podríamos elegir la forma de pago.
GrabTaxi ya opera en 17 ciudades del sudeste asiático y en diciembre de 2014 consiguió una importante inyección de capital de 250 millones de dólares, por parte de la compañía nipona SoftBank. Esa operación acompañaba a otras similares que se están produciendo en la zona, donde Uber se enfrenta a varias startups que están recibiendo importantes fuentes de financiación extranjera.
Conviene recordar también que GrabTaxi también cuenta con GrabCar, que sí utiliza vehículos particulares y podría verse afectada por los mismos problemas que Uber está teniendo en muchos países, aunque al parecer GrabTaxi ha llegado a acuerdos con las zonas más conflictivas, en Vietnam y Tailandia, para que puedan operar sin problemas.