Grecia se vuelve hacia las monedas virtuales
En el último mes, las dudas sobre el futuro de Grecia han disparado la demanda de Bitcoin un 500%, mientras crece el uso de monedas alternativas como Faircoin.
El agudizamiento de la crisis de deuda griega, con el impago del plazo al FMI, el corralito y el triunfo del No en el referéndum sobre las propuestas por la Troika en menos de una semana, ha despertado la incertidumbre en muchos griegos acerca de su futuro monetario. En Grecia se usa el euro desde 2002, pero las especulaciones con una salida del sistema monetario europeo han cobrado fuerza en las últimas semanas y, con ellas, las monedas alternativas.
A pesar de que Grecia no es un país puntero en el uso de criptomonedas, en el último mes la demanda de Bitcoin se ha disparado un 500%. Thanos Marinos, fundador de la plataforma de compra y venta de bitcoins BTCGreece.com, señaló a Bloomberg que unos 200 clientes diarios están haciendo depósitos en la moneda virtual en su plataforma.
La falta de confianza en el futuro de Grecia dentro de la Eurozona y las dudas sobre la viabilidad de volver al dracma están empujando a los griegos a buscar una alternativa, explica Garrick Hileman, miembro de la London School of Economics.
Aunque es altamente improbable que una moneda que aún tiene bastantes carencias, sobre todo en términos de seguridad, conocimiento y confianza entre el público, llegue a convertirse en divisa de curso legal en un Estado consolidado, sí podría usarse para establecer prácticas de intercambio alternativas al comercio tradicional.
En este sentido, más que por Bitcoin, algunos griegos están empezando a usar Faircoin, una moneda virtual que pretende impulsar el comercio justo. FairCoop, la organización detrás de Faircoin, ofrece desde la semana pasada la posibilidad de cambiar una parte de los saldos digitales en euros almacenados en bancos griegos por Faircoins, cambiando una parte de sus ahorros a una moneda que ni el Banco de Grecia ni el BCE pueden controlar.