Se trata de un concepto creado por el diseñador de San Francisco, David Chavez, de reloj codificado en Braille que gracias a un mecanismo muestra la hora en su superficie, pudiendo palparla sin problemas.
¿Tiene sentido cuando se puede dar la hora por mensajes sonoros o programar algún sistema de vibración o algo parecido en los móviles actuales? Pues la verdad es que no lo sé.
En sí la idea está bien, y de hecho ha ganado varios premios de diseño, pero para verlo en la calle todo depende del coste que tenga finalmente ya que se trataba de un proyecto Kickstarter que sólo consiguió un tercio de los fondos necesarios y que en su momento planteaba un coste de 250 dólares.
Un coste menor sería necesario para convertirlo en algo suficientemente atractivo para que pueda comercializarse como una herramienta útil para gente con problemas de visión o para que apacigüe la necesidad geek de relojes cada vez más rarunos. [Haptica]
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