El escáner se basa en una “cámara de fotos” de alta resolución que se encuentra en un brazo por encima de la impresora. Partiendo de 6 fotos a diferentes ángulos, 3 con flash y 3 sin él, genera automáticamente una imagen tridimensional del objeto, incluso eliminando el fondo.
Gracias a esta impresora, hacer fotos como si se tratara de un mini estudio, tanto de productos, maquetas, obras o cualquier objeto relativamente pequeño que se nos antoje es realmente fácil, con el añadido de tener incluso las imágenes 3D sin tener que hacer prácticamente nada.
En cuanto a como funciona como impresora, imprime 17 páginas por minuto en blanco y negro, 4 a color, con un volumen mensual recomendado de 20.000 páginas. Su bandeja de entrada puede albergar 150 páginas, mientras que la de salida sólo 50.
Cuenta con conectividad USB, Ethernet e inalámbrica, además de un panel de control táctil de 3,5 pulgadas. Su peso es de 13 kg y sus dimensiones 46,7 x 41 x 27 cm.
Puede que 400 dólares sea un poco excesivo, pero si permite la creación de catálogos de objetos rápidamente y sin esfuerzo, lo cierto es que sería una buena adquisición para pequeñas tiendas, artistas o redactores de Gizmodo con una obsesión con volverlo todo 3D. [Macworld]
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