Como habréis visto en la foto, la cámara recorta gastos por todos lados, la carcasa está hecha en cartón, lo cual no sería una mala ida si el conjunto entero fuera totalmente reciclable, cosa que no parece.
En vez de batería usa dos pilas normales, cuenta con un sensor de dimensiones minúsculas, ausencia de pantalla y tan sólo dos botones, para disparar y para borrar.
A la hora de acceder a las fotos se tendrá que conectar directamente al puerto USB de un ordenador usando una conexión que sale de un costado. No cuenta tampoco por supuesto con ranura para tarjetas y su memoria interna tiene espacio para 40 fotos.
Teóricamente IKEA comenzará en breve a venderla en sus tiendas de todo el mundo, lo que no me queda claro es para que demonios quieres algo como esto teniendo productos que ya de por sí disponen de una cámara bastante mejor integrada…
La única respuesta es el consumo de productos pseudoecológicos innecesarios por modernillos hipster que duplican absurdamente objetos por el mero hecho del “trending”, una cosa es el DIY, lo casero y el arte, y otra bien distinta la creación de productos y consumo de recursos de forma masiva por pura tontería. [PetaPixel]
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