Cómo las incubadoras influyen en el éxito de las startups

En los últimos años han proliferado las incubadoras de startups, que también son denominadas en el mundo anglosajón como ‘studies’ o estudios de startups. Sin embargo, algunas voces del ecosistema cuestionan su efectividad o sus contribuciones al éxito de las empresas emergentes que crecen bajo su supervisión.

Un informe elaborado por GSSN ha querido comprobar cómo influyen estas entidades en las startups y en su supervivencia y evolución. Para ello han analizado cientos de proyectos (258, para ser precisos) lanzados con la ayuda de estudios, comparándolos con los que no tuvieron el respaldo de estos vehículos.

Según la investigación, el 60% de todas las compañías creadas a partir de incubadoras llegan a la serie A.

Además, las empresas que han seguido esta vía lograrían resultados un 30% mejores a medida que “que construyen procesos repetibles, se centran en su experiencia específica, participan en el juego desde el primer día como cofundador institucional y proporcionan recursos financieros”.

Estos estudios, por lo general, suelen tomar un porcentaje de equity, pasando a convertirse en socios, lo que hace que se impliquen mucho con el devenir de las startups. Los autores del informe calculan que los estudios alcanzan la fase semilla alrededor de 25,3 meses más rápido que la inversión de riesgo tradicional.

Como promedio, las startups de incubadoras, pasan del día cero a la ronda inicial en 10,7 meses, según la investigación, mientras a una startup tradicional le lleva tres años lograr esta operación.

Asimismo, las primeras necesitan de media 14,5 meses para pasar de seed a una serie A, mientras las segundos requieren 20 meses.

La pionera

Aunque el modelo de los estudios parece nuevo, en realidad tiene unos cuantos años. La pionera fe Idealab, creada nada menos que en 1996. Hasta la fecha ha contribuido a la creación de 150 startups que han conseguido más de 45 Ofertas Públicas de Venta y adquisiciones.