El método ha sido denominado por su creador Sujoy Guha como RISUG, inhibición reversible del esperma bajo guía, y consiste básicamente en inyectar un polímero cargado positivamente en los conductos deferentes.
Los espermatozoides, cargados negativamente, a su paso por el conducto terminan sufriendo daños en su cola, dejándolos inmóviles e incapaces de fertilizar el óvulo.
De esta manera no se trastorna la líbido ni el esperma haciendo posible la eliminación del polímero y con ello la vuelta de la fertilidad de inmediato.
Por ahora no se sabe cuando estará disponible ya que tiene que pasar por muchas pruebas y estudios hasta que sea finalmente aprobado, pero lo cierto es que parece una solución genial para todos aquellos que quieran casarse de penalti o con más hijos secretos que Andrés Pajares.— Dani Burón [Wired]
PS: en la fuente hay un vídeo de lo que supone la intervención que si no estás acostumbrado a las operaciones te pondrá los pelos de punta, y no precisamente los de la cabeza…
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