Nuestro peliculero protagonista es Kamil Mezalka, de 21 años, y que en otras ocasiones ya había hecho uso de su afición por las espadas japonesas. Tiempo atrás consiguió salvar a su madre del ataque de su padrastro mientras la agarraba del cuello amenazándola con una pistola.
Pero esta vez ha sido diferente, nada más ver a la policía mientras bajaba en calzoncillos de su dormitorio, volvió rápidamente, agarró una de sus numerosas katanas y atravesó la carcasa del ordenador.
Afortunadamente no alcanzó el disco duro, y aunque lo hubiera hecho posiblemente la policía habría podido también descubrir las cientos de fotos de niñas que tenía. Probablemente, junto con haber confesado descargar dicho material, serán pruebas suficientes para condenarle a 20 años de cárcel.
Vale, puede que no sea una mala persona y que sólo esté enfermo, pero seguramente si el tiempo en la cárcel no le ayuda lo harán los más que probables supositorios en las duchas que le aplicarán los compañeros que descubran su delito. Esos sables seguro que sí alcanzan su disco duro y le quitan la afición. [BoingBoing]
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