Investigadores españoles desarrollan un sistema que autentifica la voz

Investigadores de la Escuela Universitaria Politécnica de Mataró (EUPMT) han desarrollado un sistema digital que funciona como una “marca de agua” insertada en las grabaciones de voz y que permite garantizar la autenticidad de las voces una vez que éstas se reproducen.

El integrante del departamento de Telecomunicaciones de este centro universitario, Antoni Satué, ha explicado que este complejo sistema consiste en introducir unos bits de información, que son una combinación de la señal de la voz, en un mensaje oral, y que al reproducirse no interfieren pero aportan unos datos descifrables con los medios adecuados que descubren si la voz ha sido manipulada.

“Es una característica de la voz que no se puede escuchar pero que un ordenador puede interpretar”, señala Satué, quien asegura que de esta manera se evita que se pueda copiar una señal de voz y se utilice de manera fraudulenta.

Se trata de una versión, evidentemente mucho más moderna y sofisticada, de las denominadas “marcas de agua” que pueden apreciarse en los cuadros de Goya, quien acostumbraba a firmar sus cuadros en unas zonas del lienzo difíciles de apreciar, imposibles de ver a simple vista. “La característica está ahí, pero no se ve a no ser que te fijes, así que alguien puede copiar la pintura pero seguramente no la firma”, como comenta este ingeniero.

El objetivo de la marca de agua en los sistemas de voz es el mismo: añadir una señal no visible a la voz para que el receptor del mensaje compruebe si la marca de agua es correcta.

Entre las aplicaciones de esta nueva metodología, que aún está en las fases de desarrollo más incipientes, destaca su aplicación en el terreno civil para garantizar que las transmisiones entre aviones y la torre de control las efectúe quien corresponda y que las frases no han sido manipuladas, como a veces muestran las películas. En el sector bancario se puede aplicar para dar instrucciones de voz a través de Internet de manera segura y fiable, mientras que el ámbito judicial, y concretamente los forenses, también se pueden ver beneficiados por este tipo de investigaciones.

El desarrollo de esta tecnología se enmarca en el campo de la biometría, una ciencia que estudia el reconocimiento de las personas a través de sus parámetros biológicos y de comportamiento.