El caso de Megaupload lleva años tratando de resolverse. Desde que las autoridades de EEUU cerraran la página se creó una gran polémica, en la que en un principio se esperó que iba a ser una medida ejemplarizante que iba a cambiar para siempre el sector del streaming y las descargas en la nube de contenidos ilegales, pero que luego en realidad la situación no cambió mucho tras unos meses de histeria en los portales de descargas.
Lo que sí ha cambiado es la vida de Kim Dotcom, el empresario alemán, que hacía ostentación de la gran cantidad de ingresos obtenidos por Megaupload, tuvo que refugiarse en Nueva Zelanda para tratar de evitar la extradición a EEUU, donde le esperan unas duras condenas de cárcel.
En su momento en la cima, Megaupload suponía el 4% de todo el tráfico en Internet, mientras las autoridades estadounidenses acusaban al portal de haberle costado a discográficas y productoras más de 500 millones de dólares, generando para los responsables de Megaupload más de 175 millones de dólares en ingresos.
Si bien en medio del caso, las redadas y arrestos hubo cierto abuso por parte de las autoridades, como escuchas ilegales, lo cierto es que Megaupload ganaba muchos ingresos de los contenidos ilegales y pagaba a varios usuarios por subirlos, retrasando además la eliminación de contenidos protegidos denunciados y permitiendo su lucro personal alegando que la cultura debe compartirse. Una cosa es compartir la cultura, y otra cosa es lucrarse con el trabajo de los demás.
En cualquier caso, Dotcom, que ha creado tras Megaupload el portal Mega, y ha tratado de abrir otros sin éxito, se encuentra en una situación delicada, ya que su extradición a EEUU está más cerca que nunca. Su última posibilidad es la apelación, y a través de su abogado, Ira Rothken, trata de que se acepte la retransmisión en directo por YouTube, alegando que es un caso que puede impactar a toda la comunidad de Internet.
La decisión del juez llegaría este martes, y aunque Dotcom busque con la retransmisión ser el ‘martir’, la víctima de las grandes productoras, aunque conducía deportivos y tenía mansiones pagadas por millones de usuarios, en su mayoría por contenidos que no eran suyos y que subían otros miles de usuarios, a los que pagaban migajas y del que dice no ser responsable, las pruebas están bastante en su contra.
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