Kodak se prepara para la bancarrota
La fuga de directivos, los intentos de vender patentes y la solicitud de préstamos a los bancos para conseguir efectivo podrían no detener la bancarrota de Kodak.
Eastman Kodak podría buscar la protección de la bancarrota mientras considera la venta de una gran cantidad de sus patentes con el objetivo de conseguir efectivo y evitar el cierre de la compañía. Así lo asegura, al menos, The Wall Street Journal, al que fuentes cercanas a la compañía aseguran que Kodak está hablando con varios bancos para conseguir 1.000 millones de dólares con los que mantener a flote la compañía si la venta de patentes fracasa en conseguir suficiente dinero para evitar la bancarrota.
Kodak ya anunció que pensaba vender algunas de sus patentes en octubre del año pasado, después de que los resultados del tercer trimestre hubieran caído un 17% hasta los 1.460 millones de dólares. Los datos del cuarto trimestre se conocerán a finales de este mes.
Ahora The Wall Street Journal asegura que Kodak puede tener que vender hasta 1.100 patentes en una subasta supervisada si el procedimiento de bancarrota sale adelante.
Kodak, que en las últimas semanas está sufriendo una fuga de directivos, ha estado involucrada en batallas legales tanto con Apple como con Research In Motion sobre el uso de algunas de sus patentes en las cámaras utilizadas en los smartphones de ambas compañías. De forma que una venta de patentes podría ser particularmente interesante para los fabricantes de móviles que busquen tener alguna ventaja sobre sus rivales y además protegerse de una amenaza de demanda.
El declive financiero de Kodak empezó en 2004 y 2005, cuando cambió su enfoqude de la venta de rollos de películas para cámaras analógicas y se centró en las impresoras y el negocio de tinta. Los expertos aseguran que este cambio de estrategia requiere de una gran inversión y que es lo que ha agotado las reservas de efectivo de la compañía.
Kodak también ha realizado grandes recortes de personal. En 2002 redujo su plantilla de 70.000 a 19.000 empleados, pero además en 2004 anunció que dejaba de vender las cámaras de fotos tradicionales en Europa y Estados Unidos, lo que supuso el despido de 15.000 empleados.