La barcaza flotante de Google cambia de sede
La compañía se hallaba en la disyuntiva de solicitar un permiso para concluir la construcción de su barcaza en Treasure Island o pagar una multa que podría llegar hasta los 30.000 dólares por edificar su estructura en este sitio protegido. Finalmente, Google ha optado por mover su ambicioso edificio a Stockton.
Las especulaciones sobre cual será la ubicación definitiva de la Barcaza de Google, que espera convertir en espacio de tecnología interactiva para sus usuarios y seguidores. Según revela la web Cnet, la compañía trasladará su edificio flotante de su ubicación actual en Treasure Island, en la Bahía de San Francisco a su nueva ubicación que sera Stockton, también en California.
El ambicioso proyecto, que aspira a crear una innovadora sede flotante para organizar exhibiciones públicas de sus últimas apuestas tecnológicas en cualquiera de sus formatos, tendrá finalmente como sede oficial esta nueva ubicación tras varios problemas de orden legislativos que le ha obligado permanecer inactivo desde octubre. Un email enviado por la jefa de operaciones de la Autoridad de Desarrollo de esta zona de la costa californiana, Miriam Sáez a la web ha confirmado que el destino definitivo de la estructura flotante será el puerto de Stockton. No obstante, el director de la autoridad portuaria de este municipio ha revelado que aún no ha tenido “conocimiento oficial de esta operación por parte de Google, ni de ninguna otra autoridad competente” , ha informado la web especializada.
Desde Google, que no ha hecho de momento ninguna declaración oficial al respecto, las informaciones filtradas hasta la fecha parecen revelar que el principal motivo del traslado de su edificio flotante podría estar vinculado a cuestiones de ordenación urbana. No en vano, según, un documento de la Agencia de Conservación y Desarrollo de la Bahía de San Francisco muestra que esta zona portuaria estaría fuera de legislación, por lo que la multinacional podría así evitar tener que cumplir con las condiciones legales que impone este organismo estatal norteamericano si decide establecer en esta zona su nuevo edificio.
A principios de febrero, Google se hallaba en la disyuntiva de solicitar un permiso para concluir la construcción de su barcaza en Treasure Island o pagar una multa que podría llegar hasta los 30.000 dólares por edificar su estructura en este sitio protegido. Finalmente, parece que Google ha optado por mover su ambicioso edificio a esta nueva ubicación.