Estamos hablando de una webcam, con lo que ya te puedes imaginar lo reducido del tamaño.
Su secreto es que, a pesar de las diminutas dimensiones (apenas 3 cms de lado), alberga un sensor Sony Exmor R. Desde ahí las imágenes pueden enviarse al ordenador a través de un puerto USB 3.0, que es el que puede manejar tal cantidad de datos.
Y dejamos lo peor para el final. Si ya estabas imaginando filmar tu obra maestra con esta minicámara sostenida sobre la palma de tu mano debes tener en cuenta que a pesar del tamaño la tecnología tan avanzada para ofrecer resolución 4K tiene un precio. En este caso unos 700€, con lo que en la práctica parece que su potencial clientela serán las videoconferencias de adinarados hombres de negocios o las empresas de seguridad para minuciosas labores de seguridad. ─[Point Grey]
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