Quedan pocos sectores de la economía en los que la crisis y la desaceleración mundial no afecten. Según un estudio de Gartner recogido por Reuters, el mercado de los teléfonos móviles crecerá sólo un 11 por ciento, frente al crecimiento del 16 por ciento registrado el año pasado.
Carolina Milanesi, analista de la firma de investigación, apunta que un aumento de la competencia y una economía más débil podrían perjudicar los precios de venta. “Los fabricantes de teléfonos móviles estarán bajo presión para mantener márgenes saludables, mientras intentan introducirse en los mercados emergentes para aumentar las ventas”, señala.
Los fabricantes de todo el mundo vendieron entre abril y junio de este año unos 304,7 millones de de teléfonos, ayudados por la fuerte demanda de terminales en los mercados en desarrollo que aumentaron las ventas en un 11,8 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Nokia es la compañía que más se ha beneficiado de este aumento, ampliando su cuota de mercado hasta un 39,5 por ciento en el segundo trimestre del año, frente al 36,7 por ciento del año pasado.
Milanesi estima que las ventas en Europa Occidental se mantengan estables durante este año, compensadas con el esperado aumento que se espera con la llegada al mercado de nuevos terminales nuevos en el segundo semestre.
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