Los galos de la tribu de Aterix sólo temían una cosa: que el cielo se desplomase sobre sus cabezas.
Y alguien en la NASA se ha tomado muy en serio esa amenaza, según ha declarado el piloto británico Tim Peake, perteneciente a la ESA, que el mes que viene comienza su entrenamiento al haber sido seleccionado por la NASA con vistas a un futuro aterrizaje sobre un asteroide.
Si llevar a un hombre a la Luna ya es un reto épico, no lo es menos tener como objetivo un asteroide, cuerpos que viajan a grandes velocidades de hasta 80.000 km/h y prácticamente sin gravedad. Las misiones durarían en torno a un año, pasando unos 30 días en la spuerficie del asteroide. Los planes de la NASA son enviar un artefacto con un brazo robótico a uno de estos cuerpos en 2016 y una misión tripulada en 2020.
En la actualidad hay unos 400 objetos con riesgo potencial de colisión con la Tierra y la NASA quiere estar preparada por si hubiera que tomar alguna medida para evitar que alguno más grande de la cuenta y con más aviesas intenciones de la cuenta tuviese la ocurrencia de acercarse más de la cuenta a nosotros. ─[The Telegraph]
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