Los astronautas escribirán distintos problemas psicológicos en una consola y un psicólogo pregrabado en vídeo mostrará al astronauta varias soluciones modelo. El robot “ayuda a los astronautas a identificar sus razones para la depresión. Entonces el programa les ayuda a hacer un plan para combatirla.”
Si trasladamos la idea al HAL 9000, como es inevitable, no parece muy seguro que un robot conozca los secretos inconfesables de la tripulación. De forma más inmediata, hay ciertas dudas acerca de la privacidad del método, pues lo más probable es que analicen con detenimiento todos los “datos” obtenidos.
Seguramente te preguntarás si, fuera del terreno de la ciencia-ficción, esta noticia te interesará, teniendo en cuenta que jamás irás al espacio (a menos que cuentes con 100.000 dólares). Me temo que te afecta más de lo que piensas, porque los diseñadores del proyecto esperan que el uso de su herramienta se extienda al mundo “real”. Bien pensado, no habrá mucha diferencia entre un robot y algunos de los psicólogos con los que contamos ahora. — Rafa M. Claudín [AP]
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