La UE reconoce que la inversión en TI es “claramente insuficiente”
La Unión invierte 80 euros per cápita en este sector mientras que Estados Unidos, uno de sus principales competidores, llega a los 400.
La inversión de la UE en Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) “es claramente insuficiente” si se compara con la de sus principales competidores, como Estados Unidos, en opinión de la comisaria europea responsable de este área, Viviane Reding. Según los datos que ofreció Reding en una rueda de prensa tras la reunión en Luxemburgo del Consejo de ministros de Telecomunicaciones de la UE, la Unión invierte 80 euros per cápita en este tipo de tecnologías y Estados Unidos llega a 400.
La “fuerza de la investigación debe corresponder a las necesidades en este área”, considera Reding, que además ha subrayado que cada euro que se invierte en información y comunicación, produce una “riqueza a largo plazo” de 7 euros. De ahí la importancia de las “iniciativas conjuntas en tecnología”, con la participación de la industria, los Gobiernos y la UE y que se potencian en la iniciativa “i2010: sociedad de la información europea 2010”, analizada por los ministros.
Esta iniciativa, de cinco años de duración, pretende incentivar el desarrollo de la economía digital en la UE y promover el crecimiento y el empleo en la industria de la información y los medios de comunicación. Así, el ministro de Comunicaciones de Luxemburgo, Jean-Louis Schiltz, ha explicado que los ministros acogieron “favorablemente este plan, que se traducirá en acciones concretas en los próximos meses”.
“Sabemos que las TI son un componente esencial para el crecimiento y empleo” y para ello es necesario este plan de acción, agregó. Al respecto, Reding indicó que en octubre tendrán que estar listos los planes de acción nacionales de cada Estado miembro. El 40 por ciento del crecimiento en capacidad de trabajo se debe al sector TIC y además representa el 8 por ciento del Producto Interior Bruto de la UE.
El plan de acción comunitario tiene como objetivo desarrollar un verdadero mercado único de tecnologías, con reglas adaptadas a esas nuevas empresas, además de potenciar la investigación y lograr que todo esto mantenga un equilibrio con la dimensión social.