La vacuna del SIDA más cerca gracias al CSIC
Esta vacuna aprovecharía las capacidades naturales del organismo humano para hacer frente a las infecciones.
Según Mariano Esteban, investigador jefe del Centro Nacional de Biotecnología, dependiente del CSIC, la vacuna en la que trabajan ha mostrado ser tan eficaz como cualquier otra de las que actualmente se están desarrollando, si no más.
Ya en los primeros ensayos clínicos de la misma en 2008 los resultados preliminares presagiaban optimismo frente al virus de la inmunodeficiencia del simio. Los ensayos en humanos han incluído a 30 voluntarios sanos, 24 de los cuales fueron tratados con la vacuna y otros 6 con un placebo durante 48 semanas.
La vacuna funciona insertando cuatro genes del VIH previamente tratados para crear una respuesta inmunitaria en el organismo del receptor. Los genes del VIH han sufrido una mutación que les impide autoreplicarse y así el receptor no corre peligro de desarrollar la enfermedad. En palabras de Esteban “es como enseñarle al organismo una foto del virus para que sepa reconocerlo cuando tenga que luchar contra él”.
Los linfocitos del cuerpo luchan contra el recién llegado y aprenden a vencerle y así en caso de infectarse podrán acabar con él y evitar que se desarrolle el SIDA. La vacuna estimula la producción de linfocitos B que generan anticuerpos que atacan al VIH. Los análisis de sangre efectuados a los voluntarios demostraban que casi el 73% de ellos desarrollaban estos anticuerpos y hasta el 85% lograban mantener linfocitos T que son los que “memorizan” el modo de contrarrestar futuras amenazas para las que el organismo ya ha “recibido entrenamiento” gracias a la vacuna. Este tipo de linfocitos se crean tras el primer ataque de una amenaza al organismo y permanecen en el cuerpo durante años.
La vacuna que está desarrollando el CSIC no elimina el virus pero lo mantiene bajo control destruyendo las células infectadas por el mismo. Si este cóctel genético pasa las Fases II y III con futuros ensayos clínicos y producción del medicamente, el SIDA podría convertirse en una enfermedad vírica susceptible de quedar bajo control al estilo de lo que sucede actualmente con el herpes. ─[Consejo Superior de Investigaciones Científicas]