La ciencia bien merece un pelotazo en los huevos (y la televisión basura, más)
Así que pusieron un montón de cámaras para grabar y reproducir el momento crítico desde todos los ángulos posibles y a cámara lenta. La pelota de tenis salió a 80 kilómetros por hora y el pobre hombre se dobló casi a la misma velocidad. El único dato científico que dieron fue que… ¡se le dispararon las pulsaciones! Una excusa estúpida para someter a alguien a un poco de tortura huevera. ¿En nombre de la ciencia? — Rafa M. Claudín [Glumbert]