Las Bolsas no quieren bajar
Greenspan ha comparecido por fin ante el Congreso repitiendo que la Fed
puede ser paciente antes de subir los tipos de interés.
La Fed
Sin embargo, se ha condimentado tal aseveración con una batería de datos
y previsiones que arrojan lo que podría ser considerado como una visión
muy optimista de lo que espera a la economía americana en los meses
venideros.
En general cabe destacar que las perspectivas han
tomado brillo sustancialmente, con mayores posibilidades de que se
produzca un crecimiento sostenido, alcanzándose este año un crecimiento
del 5 por ciento que estará apoyado por los bajos costes de
endeudamiento, la mejora de márgenes resultado de la productividad y la
evolución de la confianza empresarial y las inversiones.
La
Fed explica la débil creación de empleo (aunque espera buenas cifras en
un futuro cercano) por la productividad, que ha permitido obviar el
incremento de nóminas (principalmente porque se han encontrado nuevas
formas de mejorar la eficiencia con tal de no contratar personal).
Para nosotros es clave el haber admitido algo obvio y es que hay evidencias
claras de que la política monetaria actual no es compatible de forma
indefinida con la estabilidad de precios y el crecimiento sostenible, de
manera que será necesario subir los tipos hasta un nivel más neutral.
Además de esto, Greenspan ha lanzado una advertencia sobre la disciplina
presupuestaria, posteriormente matizada en la segunda comparecencia ante
el Congreso. Concretamente dio su apoyo a los recortes de impuestos
realizados por el Gobierno así como al propósito de hacerlos permanentes
aunque el matiz llegó, como indicábamos antes, al recalcar la necesidad
de llevar a cabo un mejor control del gasto.
Aunque en ningún
modo nos atrevemos a dar indicaciones a la Fed de cuál es el momento
oportuno y el grado en que se debe aplicar un cambio en la política
monetaria, pensamos que todavía es razonable esperar que se produzca una
subida de tipos durante el segundo trimestre de 2004 (antes de mayo). De
hecho las declaraciones que ha realizado últimamente la Fed se asemejan
a una preparación progresiva del terreno, pues primero cambió su forma
de decir las cosas y ahora pasa a comentar el estado y perspectiva de la
economía con adjetivos que no habíamos visto hasta ahora (como por
ejemplo brillante). Si la Fed hubiera de cambiar su política monetaria,
¿qué sería más razonable, hacerlo con incrementos pequeños que den
tiempo al mercado y a los agentes a ir ajustándose o hacerlo más
abruptamente al cierre de las elecciones de Noviembre?…
Cumbre del G7
Tras cerrarse la cumbre del G7 con declaraciones poco definidas y sin un
mensaje claro de compromiso específico y rotundo, el dólar ha continuado
con una lenta pero inexorable caída, llegando a acariciar nuevos mínimos
anuales.
Efectivamente se alertó del riesgo para el crecimiento
que suponía el movimiento abrupto de las monedas, pero no se mencionó al
dólar ni se acordó ningún tipo de acción para frenar su inestabilidad.
Quizá como demostración de que en la reunión no reinaba el orden valen
las declaraciones de Snow, que volvió a abogar por una política de dólar
fuerte (que no casa con la necesidad que tiene Bush de un dólar débil
para reforzar sus posibilidades en las elecciones), la decisión de Japón
de continuar interviniendo el yen y la pocas referencias realizadas
sobre China, que supuestamente era uno de los objetivos de la reunión.
Lo que de momento se ha logrado es un movimiento algo menos volátil de lo que
esperábamos, pero que en el fondo no soluciona la tendencia depreciadora
que ya veníamos anticipando. En este sentido, las declaraciones
realizadas por Issing desde el BCE no han resultado de ayuda, ya que se
realzan las ventajas de un euro fuerte sobre la contención de la
inflación y se niega que se esté estudiando una intervención directa
vendiendo euros y comprando dólares (algo que obviamente ha de ser así
para mantener el factor sorpresa, que puede ser clave para su
efectividad).
Aunque un dólar débil es negativo para las bolsas
europeas, la relación dólar-bolsa se ha desacoplado hace ya varios meses
(en los medios plazos termina convergiendo). Si tal y como parece el
dólar continuará debilitándose, convendría tomar posiciones prudentes ya
que el mercado es más proclive a las correcciones. Europa ha mostrado,
tal y como se esperaba, sus inquietudes en este foro. Sin embargo, si
efectivamente lo que pesa sobre la depreciación del billete verde es la
acción de los déficit gemelos (pues a estas alturas todavía no hay
consenso sobre esta cuestión) hay que pensar que 2 son las vías de
corrección:
1) o bien se realizan recortes presupuestarios y
fiscales fuertes (con políticas monetarias contractivas) que reducirían
la actividad económica en Estados Unidos y por ende deprimirían la
demanda y corregirían el déficit de balanza por cuenta corriente, o
2) se realiza la corrección vía dólar débil y exigiendo más crecimiento al
resto de países del mundo (caso para el cual Europa necesita las
proclamadas reformas).
Sin descontar lo negativo…
Creemos que en este momento el mercado no descuenta nada negativo
(muertes en Irak, los efectos de nuevos virus, el petróleo y el recorte
preventivo de la OPEP para mantener elevados los precios que es
precisamente algo sobre lo que ha alertado Greenspan,…) y que se
encuentra en modo euforia, soportado principalmente por un flujo de
fondos que ha continuado y que ha de buscar su ubicación en el mercado,
pues los gestores ni quieren perder la oportunidad ni pueden dejarlo en
mera liquidez (valga como ejemplo la colocación de 400 millones de euros
de Amadeus, el 13 por ciento de la compañía, que ha sido absorbida con
cierta corrección por parte del valor al introducir incertidumbre sobre
el resto de participación que aún tiene Lufthansa, Iberia y Air France).
En este sentido, hemos optado por no esforzarnos en ir contra corriente, sino
por reconocer la fuerza del mercado, que eso sí, acumula papeletas para
ser objeto de una corrección que podrá tornarse desagradable (obviamente
en este momento no es fácil establecer un catalizador claro). En cuanto
a los sectores, como se puede ver en el apartado dedicado a las carteras
modelo, hemos decidido tornar hacia posiciones más neutrales y menos
defensivas esperando el momento para realizar selecciones más
específicas. Quizá estemos adoleciendo de algo de la ya conocida
exuberancia irracional, que es probablemente lo único que puede explicar
situaciones como la de Fastibex, compañía que cuando sea liquidada
dentro de un año apenas pagará 5 céntimos de euro por acción, pero que
cotiza a 50 céntimos…
Operaciones corporativas
Una semana más nos hacemos eco de las operaciones corporativas que de
alguna manera resultan en un revulsivo para las cotizaciones (en el
sentido de irracionalidad que comentábamos antes). Tras intentar un
acuerdo amistoso con Disney para realizar una fusión que diera lugar a
la primera compañía del sector de medios de comunicación, Comcast ha
decidido lanzar una OPA hostil con un 9,9 por ciento de prima sobre el
precio de mercado, mediante un canje de acciones. Si como parece se
inicia una ronda de contraataques podríamos ser testigos de la carrera
alcista del valor implicado.
El culebrón de Sanofi y Aventis
continúa con los rumores de una posible mejora del precio ofrecido, algo
que ya descuenta el mercado a pesar de que la compañía se ha apresurado
a desmentirlo.
Juniper por su parte ha adquirido Netscreen por
4.000 millones de dólares, ofreciendo eso sí una prima del 57 por ciento
sobre el precio de mercado en una operación mediante canje de acciones.
Peoplesoft en Estados Unidos ha rechazado cada una de las ofertas realizadas
por Oracle que comenzaron en 16 dólares por acción y se encuentran
actualmente en 26 dólares por acción (nada menos que un +62,5 por ciento
de incremento en el precio ofrecido).